Sin partidos políticos, la clase alta consolidaría sin ningún pudor la esclavitud. Por eso mismo, estoy en contra de que existan candidatos ciudadanos. Los únicos ciudadanos que podrían pagar una campaña política son los grandes empresarios, que ya de por sí, por el peso de sus cuentas bancarias, poseen un gran poder, que redunda en corrupción, tráfico de influencias, injusticia social y desmoralización colectiva.
Sin partidos políticos no hay democracia, hay plutocracia. Por eso creo que quien promueve el voto nulo, consciente o inconscientemente, es partidario de la oligarquía.
Por más anticomunista que se pretenda ser, nadie con un poco de inteligencia debería negar la existencia de la lucha de clases, que ni siquiera es una idea originalmente marxista. La lucha de clases es observable a diario, es de sentido común. Revisando el periódico en cualquier día uno ve conflictos entre patrones y asalariados, y si uno pasa por los juzgados también ha de observar disputas entre propietarios y trabajadores. No hay paz, hay conflicto permanente entre las clases, porque los que tienen quieren conservar, agrandar, asegurar sus bienes; y los que no tienen desean tener, esperan la promesa de igualdad, aspiran a la dignidad que se pisotea cuando se tiene poco o cuando no se tiene nada.
Es fácil decir que los políticos son corruptos, ineficaces, etc. Pero eso no basta para constituirlos como clase social. Los políticos poseen una ideología o motivaciones que llevan en sí la impronta de su verdadera clase social. Si un político en sus discursos enfatiza el problema de la justicia social es de izquierda, y si enfatiza el de la seguridad es de derecha.
El voto nulo pretende decir que todos son iguales, que todos son corruptos, pero aunque todos los políticos sean corruptos, queda claro que no lo son de la misma forma, unos pecan con la mano izquierda y otros con la derecha. Para mí éste es suficiente motivo para preferir a unos y despreciar a otros, y también por eso creo que el voto nulo es o una inconsciencia de clase o una conciencia enmascarada; digamos que no creo en la espontaneidad de esta propuesta, ahí en la sombra del voto nulo imagino varias cabezas (¿el doctor Simi, Televisa, la COPARMEX?), seré sospechosista, pero no puedo descartar intereses, voluntad de poder, detrás de esa supuesta protesta contra los partidos políticos mediante el voto nulo.
Se dice que el voto nulo es el resultado de que la gente se ha decepcionado de “la clase política”, pero en realidad los tiros caen contra la democracia. Algunos, aprovechando la coyuntura, han pedido que se ciudadanicen los partidos, lo cual podría significar que estos se volvieran empresariales, que la clase media-alta y alta se adueñara de ellos. Olvidan a propósito que todos los miembros de todos los partidos políticos son ciudadanos.
He pensado que yo, como pobre, como gente de izquierda, jamás podría alzar la voz en una plutocracia, en un régimen sin partidos políticos no podría tener acceso a la participación política. Si puedo participar es porque puedo afiliarme a cualquier partido, y aun sin afiliarme participar en diversas acciones que realizan los partidos, justamente con el fin de politizar a los ciudadanos.
También he pensado que, en el fondo, nuestros empresarios están inconformes con la democracia. Han visto dinero en la política y quieren invertir en ella, beneficiarse. El PAN los ha recibido con los brazos abiertos. Pero quieren más.Mientras sigan inconformes --seré optimista--, significará que nuestra democracia va funcionando, es decir, que la clase baja empieza a recibir un poco de la justicia social que merece y que puede acceder a unos cuantos espacios de poder. Y por ello voy a votar.