VENDEDOR: Todos somos vendedores
y todos podemos ser felices si lo deseamos.
POLÍTICO: De acuerdo, es hora de
superar los dolores y ser felices.
ACTIVISTA: La felicidad está en
la lucha colectiva. Individualmente no somos nada. Para ser feliz, todos
debemos luchar, resistir y oponernos.
GENTILHOMBREMASA: La felicidad
está en la familia y no ser un encapuchado anarquista que no trabaja.
DOÑA ROSARIO: La felicidad está
en cumplir los mandamientos de Dios que nos manda sufrir en este mundo corrupto
dominado por el Maligno.
ANTONIO: Realmente yo soy una
persona muy callada.
VENDEDOR: Mira, tú podrías ser
feliz, basta con que te propongas cinco metas y socialices más de modo que
convenzas a otras personas de que pueden ser felices.
ACTIVISTA: Si somos animales
sociales, tenemos que ser felices en sociedad. Además la persona feliz carece
de necesidades. Postergar la felicidad para cumplir con una meta, ya sea
adquirir un coche o una casa, un título o un anillo de compromiso, eso no puede
ser la felicidad.
GENTILHOMBRE: Por supuesto, antes
de casarse hay que tener un ahorro, una casita o un departamento por lo menos,
porque así deben de ser las cosas para poderle dar a los hijos lo que ellos
necesiten.
ACTIVISTA: La televisión, el
cine, los políticos nos han hecho pensar eso, pero no necesitamos de los bienes
materiales para ser felices. En las sociedades desarrolladas hay montones de
deprimidos. Vivimos en sociedades enajenadas, ése es el problema.
ANTONIO: Yo sigo sin ver cuál es
el problema del que estamos hablando.
POLÍTICO: Es que no hay
problemas, si los hubiere, yo ofrezco: escuchar propuestas, realizar reformas,
atender y respetar las solicitudes que en su momento, sin violencia, por los
cauces adecuados, la ciudadanía misma manifieste.
DOÑA ROSARIO: Efectivamente los
bienes materiales no son la felicidad. Si me dejan leerles algo de la biblia,
verán que está muy claro que la felicidad proviene de Dios solamente, él nos
provee de la felicidad a través de las cosas, pero no hay que amar las cosas,
sino amar a Dios.
ANTONIO: Quizá yo opinaría si
comenzáramos por definir de qué estamos hablando.
ACTIVISTA: Estamos hablando de la
propaganda del gobierno para despolitizar y desmovilizar los
justos reclamos que
todo el país está haciendo. Porque ya nos cansamos de tantas injusticias.
GENTILHOMBRE: Mira, el gobierno
es un mal necesario. Lo que no está bien es que haya encapuchados que rompan
vidrios o quemen puertas. Porque lo que todos queremos es paz y tranquilidad.
La política ni nos va ni nos viene y no vamos a arreglar el mundo.
DOÑA ROSARIO: Miren, todas las
personas que no acepten a Dios en su corazón, están equivocadas, la biblia lo
dice y fue el mismísimo Dios quien inspiró la biblia, por eso no hay ningún
error en ella. El mundo es del Demonio y meterse en política es meterse en
cosas diabólicas.
POLÍTICA: He escuchado
atentamente las posturas que han expresado, sin duda alguna, son muy
respetables, por estas mismas razones les informo que mi partido y el gobierno
del cual formo parte, estamos en la mejor disposición para continuar en el
diálogo con ustedes que son el núcleo fundamental de la sociedad mexicana y que
son muy corteses, amables, hospitalarios y seguramente si continuamos así,
llegaremos al futuro.
ANTONIO: No, pus sí, pero no
llegaremos a ningún punto.
ACTIVISTA: El punto es que somos
mayoría los que estamos dispuestos a luchar por un gran cambio.
ANTONIO: Al menos en esta mesa
somos minoría.
MESA: Y a mí ni siquiera me han
preguntado.
VENDEDOR: Mira, mesa, tú también
puedes ser feliz: tienes la capacidad en ti para ser una mesa de excelencia.
Una mesa que brille en las reuniones, ponte metas puedes ser una gran mesa
multifuncional, que sea a la vez de jardín y de noche, de café y de billar, qué
sé yo, el cielo es el límite, el cambio está en ti.
GENTILHOMBRE: ¡Yo necesito una
mesa así! Justo así, ¿en cuánto me la vendes? Me hace falta.
ACTIVISTA: Pues yo voy a quemar
su mesa.
DOÑA ROSARIO: El fuego es cosa
del diablo, miren les voy a leer algo…
MESA: ¡Ayúdeme! ¡No soy
Cuauhtémoc, no me quemen las patas!
ANTONIO: Total, que no entendí cuál fue el maldito tema.
FELICIDAD: Como dijo Shopenhauer, cada cabeza es un mundo y
una voluntad.
ANTONIO: ¿Eso lo dijo él?
FELICIDAD: Él o García Márquez, no me acuerdo bien.
ANTONIO: ¿La felicidad no tiene buena memoria?
FELICIDAD: No.
ANTONIO: Y es escasa de palabras…