Mis playeras negras
mis corbatas jamás usadas
y mis zapatos viejamente sin mí
se han deshecho por completo esta mañana
Ningún trapo cubrió mis heridas
salí a la calle con la piel desvalida
Mis pies por fin dejaron de herir las piedras
Si alguien me pedía explicaciones
yo también le pedía
que me explicara la vida.
2 comentarios:
Un poema que duele.
Oh... me he perdido mucho de tu blog y de ti. ¿Ya te dije que escribes chingón?
Pues sí. Ya lo dijo Don Olivares, cuando su envidia le carcomía los pantalones.
¡Beso!
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