Hay instante
un breve
casi silencio
una imagen imprecisa
y un río de temblores
y de suavidades
cuando la piel recibe
el contacto de la piel
antigua
de aquella que ya no existe
y grita desde su inexistencia
con toda la furia que le es posible
su nostalgia.
El cuerpo que fuimos roza
el presente cuerpo que usamos
y la mente no controla
el desborde de las pieles
de los días perdidos
que hacen acaso la sensación
de un parasiempre en su ataúd
que sin resignarse llora
es como abrir los ojos en un sueño
y tener el deseo de cobijarse
con la cobija de una noche interminable
y es, sobre todo, saber que no
ese instante
cuando la eternidad es una puerta
casi abierta y cercana
es el momento cuando se sabe
que no
que el gozo nimio
que alegró nuestra piel
un día cualquiera
esa piel que al otro día
ya era muerta
y ha vuelto muchos años
después parar decirnos
“no quiero morir, no quiero morir”
en ese instante
luminosamente breve
sabemos que nos grita
desde su muerte
y que no existe
y que no volverá a rozarnos
que no volverá…
Escucha
cómo no vuelve…
2 comentarios:
¡Adios!
antiguo amor
que en nueva piel
no sobrevive
Tierra y mar
norte y sur
en un instante
Dolor
múltiples besos
en esas noches
de fragores
Sueños
de habitación
habitable
en domingo
Lágrimas
que bebimos
en los caminos
del destiempo…
A veces tengo nostalgia de cosas que nunca he tenido o quizá todo se haya tenido alguna vez
Abrazo Antonio, nos vemos en este o ese blog :)
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