Son frutos las palabras
del árbol de los besos
para que mis labios hablen
necesito tu boca
mas las ramas lluviosas
del árbol del poema
son un impotente abrazo
lleno de frío.
Como las aves
aprende latín y dame
besos miles
luego un ciento
luego mil seguidos y otro ciento
y otros mil seguidos
y un último ciento.
Son en verdad los besos
mis palabras
balbuceo es lo demás
escúchame otra vez
y hazme preguntas miles
luego un ciento
y dame mil palabras
que no sean la ausencia
porque siento los cientos de días
que me has dejado en silencio
sin tus miles de preguntas
que son besos de presencia...
2 comentarios:
Esto que escribí lo considero un cover (no traducción ni paráfrasis). Podría tener dos epígrafes, por supuesto, uno de Pizarnik: "Las palabras/ no hacen el amor / hacen la ausencia". Y otro de Catulo: "Da mi basia mille, deinde centum,/ Dein mille altera, dein secunda centum,/Deinde usque altera mille, deinde centum."
Recuerdo aquello de los sientos. Digo, delos cientos...
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