30 nov 2011

Contra la fotosíntesis


Una gran injusticia, una terrible calamidad, una infamia sistemática, todo ello, ocurre a diario en contra de nuestros hijos, aun cuando no tengamos hijos, y debemos actuar de inmediato para acabar con tal desgracia, pues a los inocentes niños no se les debe enseñar ese absurdo, esa cosa diabólica, que es la teoría de la fotosíntesis.

A mí me ofende de un modo dolorosísimo que los científicos, los profesores y muchas personas que gustan de enterarse de los asuntos de la naturaleza, pongan en duda y, peor aún, ignoren y nieguen la palabra de Dios. Por lo tanto, me parece que deberían ser castigados por tal atrevimiento. ¿Por qué me ofenden? ¿Y por qué ofenden a Dios? El Innombrable está detrás de esto sin duda.

Ya sabemos que durante muchos años, a la par que la sociedad se ha degenerado, en la escuela pervierten a los niñitos enseñándoles la teoría de la evolución. Pero poco se ha dicho acerca de esta otra maledicencia que es la fotosíntesis. Sabemos que quien crea en la locura darwinista debe ser poco más que un simio, pero hoy, por falta de información, incluso buenas personas, gente devota, lectora de la Biblia, toleran a esa bola de ateos que influyen para mal en nuestros hijos a través de esa tontería de la fotosíntesis.

¿Por qué digo que es una tontería? Porque contradice lo que Dios mismo quiso decirnos en las Santas Escrituras. ¿Acaso Dios miente? No, de ningún modo. Pensemos lógicamente, ¿Si Dios mintiera habría ordenado que no mintamos? Entonces, si Dios no miente, la fotosíntesis no existe. Y quiero insistir mucho en esto para que ninguna persona decente continúe tolerando a los emisarios del mal que se disfrazan de científicos. Digo que se disfrazan porque los verdaderos científicos creen en Dios. La prueba irrefutable es que Louis Pasteur creía en Dios. Así que si alguien que estudie física, química, biología o cualquier otra ciencia natural y no cree en Dios, entonces, no es un verdadero científico, sino un infatuado, pedante e ignaro, en suma, un falso científico, al que no debemos tolerar.

Toda persona bien nacida, ha leído la Biblia, por eso sé que cualquiera sabe que en el Génesis podemos leer que Dios creó la vegetación de la tierra el tercer día, y un día después el sol, por lo tanto, ninguna flor, ningún árbol, ni la más pequeña planta, necesitaron la luz del sol para existir. Con esto se demuestra que la fotosíntesis es una más de las tretas del Maligno. Y todos los científicos que tengan mucha ciencia y no poca, estarán de acuerdo conmigo.

Cabe añadir, que el sol no emite ninguna luz, porque Dios creó la luz que ilumina la tierra antes de crear el sol. Dios mismo es la luz, y el sol, realmente, es un adorno. Sólo quien sepa muy poco de ciencia negará esto. Si el cielo es azul es porque ese es el color natural del agua y el cielo está hecho de las aguas que antes estaban en la tierra y que Dios separó cuando mandó unas aguas para arriba y a las otras las dejó donde estaban porque Él es muy sabio e inescrutable. Además, aquel día tercero cada árbol dio fruto fuera o no temporada, aun sin haber sol ni luna, aunque ya había día y noche. Lo cual demuestra que las malvadas escuelas pervierten a nuestros hijos enseñándoles cosas absurdas como la evolución, el big bang y la fotosíntesis. Aún añadiré que el sol y la luna son las lumbreras mayores que hizo Dios. Esto significa que son demoniacos los astrónomos que nos han querido convencer de que nuestros sentidos nos engañan y que la luna no es más grande que las estrellas, sino que está más cerca de nuestro planeta. ¡Vaya tontería! ¡Es como si no hubieran leído la Biblia! La Biblia jamás podrá equivocarse porque fue Dios quien la inspiró. Y, por supuesto, la prueba de que Dios lo puede todo está en la Biblia. Para que se note su capacidad: Dios certifica a la Biblia y la Biblia certifica a Dios: círculo perfecto.

En fin, propongo que organicemos muchas protestas contra las clases de biología y física y demás locuras, que estudian nuestros hijos, para que no se les perturbe más en esta etapa de su vida, que es la etapa en la que más curiosidad sienten por el conocimiento. Asimismo, debemos prever la incapacidad de las autoridades educativas, por ende, comenzar nosotros mismos a quemar cualesquier libro que consideremos inadecuado. Debe quedar muy claro que ningún ateo tiene derecho a escribir esos libros insensatos que me ofenden, deshonran mis creencias y denigran mis valores. Por lo menos, los profesores les deberían explicar a los niños, cuando den clases de fotosíntesis, que también existe otra teoría casi igual de válida (en realidad muchísimo más válida, pues es la verdad revelada), y es que las plantas crecen porque Dios lo quiere así y no necesitan nada ni oxígeno, ni insectos polinizadores, ni luz solar ni nada, porque Dios es omnipotente. Todo niño tiene la obligación de saberlo y si en un examen le preguntan ¿qué es la fotosíntesis? Pueda responder sin miedo que es una tontería, ya que Dios creó las plantas sin luz solar; tal respuesta debe ser premiada, porque quien la diga, como dijo Pasteur, no sabrá poco de ciencia, sino mucho.

5 comentarios:

Imaginario dijo...

Muy bueno Antonio.
Te enlazo en mi blog

Un saludo

Anthony dijo...

Bien por el vigor evangélico, pero no me queda claro porque no iban las plantas a poder nutrirse – en vísperas de la creación del Sol - de alguna agua quintaesencial conteniendo todos los nutrientes necesarios. Aristóteles, que se condenó por vivir en el siglo IV antes de Cristo, y por tanto no tuvo la oportunidad de catar con su claro intelecto las albricias nazarenas, ya señalaba las ventajas de la quintaesencia, extraño y poco entendido material de construcción cósmica - ¿pues qué no somos polvo?. Ya es hora de refundar la paleobotánica acorde a principios más cristianos. Aparte de eso me pareció muy convincente, y si logras malograr la vocación científica de incluso un niño, pues mayor será el don que te aguarda después de abandonar este valle de lágrimas conocido por todos como el Sistema Solar.

Edesio Amargo

Unknown dijo...

Que bueno!!! Hacía tiempo que no me reía tanto!!

Unknown dijo...

Que bueno!!! Hacía tiempo que no me reía tanto!!

Belcebon dijo...

Hola, soy el maligno y vengo a decirte.. Tienes razón. Eres muy astuto. Sabía que la evolución y Darwin iban a cantar mucho, pero pensé que la fotosíntesis estaba bien oculta en el lado oscuro, para poder pervertir a vuestros hijos en las escuelas.

Te voy a dar una pequeña pista. Las matemáticas. Revisa las matemáticas y encontraras un menaje satánico en el teorema de Aristoteles. Me vendió su alma por ese teorema y ahora, millones de satánicos pueden calcular fácilmente el área que ocupan miles de pentaculos invertidos.