7 nov 2011

Nada que ver con la tristeza


Esta tristeza no tiene 
nada que ver con la tristeza.
Siento contentura en el frío
que se mueve en la calle.
Hay gotas de luz esparcidas
percusiones letárgicas.
Para no tocarlas          
quisiera ver de cerca tus manos.
Siento un día que no ha ocurrido
jazzeando de improviso
se hacen mayores y claras las horas
que fueron negras,
lleno de redes está el presente,
como un gran diamante.
Quisiera ver tus labios
en el momento en que se tocan
y tu palabra aún vibra
y se me hace lluvia en la mente,
nube y sol y noche y
palabra mía para extrañarte.
Para no bailar
extraño el ritmo oculto de tus piernas.
Nuestras vidas son dos cuerpos
que han tocado notas juntos.
Y nuestros cuerpos son dos vidas
que a un delta van a dar.

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