nada que ver
con la tristeza.
Siento
contentura en el frío
que se mueve
en la calle.
Hay gotas de
luz esparcidas
percusiones letárgicas.
Para no tocarlas
quisiera ver
de cerca tus manos.
Siento un
día que no ha ocurrido
jazzeando de
improviso
se hacen
mayores y claras las horas
que fueron
negras,
lleno de
redes está el presente,
como un gran
diamante.
Quisiera ver
tus labios
en el
momento en que se tocan
y tu palabra
aún vibra
y se me hace
lluvia en la mente,
nube y sol y
noche y
palabra mía
para extrañarte.
Para no
bailar
extraño el
ritmo oculto de tus piernas.
Nuestras
vidas son dos cuerpos
que han
tocado notas juntos.
Y nuestros
cuerpos son dos vidas
que a un
delta van a dar.
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