26 nov 2007

Unos aforismos

¿Cómo es posible que la música de Vivaldi no sea como los árboles, los ríos o las montañas, una creación más de la naturaleza?

Platón jamás escuchó música sinfónica. Ésta me parece suficiente razón para desacreditar toda su filosofía.

Dios es sólo una conclusión demasiado imaginativa ante la certeza de que existe el alma.

No he visto a gente más convencida de poseer la verdad que a los relativistas.

Dar prioridad a lo simbólico por encima de lo real es enajenación. He ahí la grandeza de la poesía, con palabras simbólicas da prioridad a lo real, a lo verdaderamente real.

No me molestan las personas que se muestras orgullosas de sus virtudes, excepto cuando se enorgullecen de su humildad.

Vi a un optimista que se alegraba de cumplir 50 años, decía sentirse mejor que a los treinta. ¿Cómo no? Estaba más cerca de la tumba. Suficiente motivo para un festejo.

El enamoramiento, despojado de literatura, sólo es una anécdota tonta.

Dios no existe, pero es el único que me comprende.

Después de una mudanza, sin fuerza para acomodar mis libros, aventé pilas de ellos desordenamente a un librero, luego, viendo a Marx junto a Kempis y libros de vampiros a un lado de Cármenes de Catulo, comprendí que hace mucho tiempo mi mente es un librero desordenando en el que mis incongruencias tienen mucha razón de ser.

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