10 oct 2007

Café

CORAZÓN: Trato de expresarme, de verdad, y no puedo. No rompo el silencio. Estoy embozado. Así no tengo ganas de vivir.

CUERPO: Es deliciosa la cama. Duele la vejiga. Hay que orinar. Arden los ojos. Se antoja un pan dulce.

MENTE: Habrá que inventar un dispositivo para que en la mañana se tengan a mano las requerimientos básicos. Qué tonto soy. Ya se inventó, se llama esclavismo.

CORAZÓN: Me falta fuerza para levantarme. Nada me motiva a hacerlo. Será mejor aquí quedarnos, acostumbrarnos a la tumba.

CUERPO: ¡Orinar, orinar! Ya, vamos.

MENTE: Yo también quiero pararme. No aguanto el encierro en este lugar. Qué bueno que ya es el último día del novenario. Estoy harto de tanta estupidez. ¿Por qué el mundo es tan tonto?

CUERPO: Qué belleza es orinar, vaya alivio. Ahora a comer.

CORAZÓN: Yo también siento hambre, pero no de absurda comida. ¿Qué alimento he de tener?

MENTE: (Riendo) Qué certero ese adjetivo. La comida es absurda porque éste (señalando al cuerpo) la va a expulsar al rato. Es un Sísifo inconsciente. En cambio, yo sí tengo un buen alimento: ¡un sudoku!

CUERPO: ¡Una manzana! (Hablando con la boca llena) ¡Está buena!

CORAZÓN: Siento que eso es perder el tiempo. Siento… que los placeres solitarios no me satisfacen, mas no conozco otro modo de existir más que siendo solo.

MENTE: Mira, allí hay un periódico, vamos a leerlo. (Mientras lee) Me molesta que los periodistas le den mucha importancia a las declaraciones de los políticos y no a la verdadera información.

CORAZÓN: Nuestro padre murió hace diez días ¿y tú te preocupas por periodistas?

MENTE: Somos animales sociales.

CORAZÓN: Somos animales solitarios.

CUERPO: Yo no soy animal. ¡Miren, galletas con chispas de chocolate!

MENTE: Bueno, basta de noticias, busquemos un empleo porque me preocupas tú. Pareces protagonista de una novela romántica, lleno de sentimentalismos y sin preocupaciones económicas. Esos muchachos del XIX con un trabajo resolvían sus dramas y hubieran hecho descender la tasa de suicidios.

CORAZÓN: Comprendo que mi padre haya deseado su muerte. La vida no tiene sentido. Creo que sólo porque no me siento demasiado viejo, no me atrevo a suicidarme.

CUERPO: Hay que salir, pasear y ver viejas, ¿no?

MENTE: Bueno, hay asuntos pendientes. Debemos pagar el teléfono, devolver las cuartillas que he corregido, preguntar precios en una maderería. Sí, creo que es conveniente salir. (Salen los tres a la calle)

CORAZÓN: ¿Salir? Si todo es encierro para mí, todo es atadura. Nunca salgo de verdad. Me entristece estar condenado a la soledad, sin embargo, a las compañías superficiales ya no las tolero.

CUERPO: Miren a la de allá, aunque la vida no tenga sentido, esas caderas sí que lo tienen.

MENTE: Esa podría ser una buena frase. Cuando volvamos la escribiré.

CORAZÓN: Tal vez ella se entienda con ustedes pero no conmigo.

MENTE: No parece especialmente brillante, pero hay que hablarle. Al menos contará con esa inteligencia femenina de extrañísima racionalidad que a veces me llama la atención.

CUERPO: Dile que si quiere ir a un hotel.

MENTE: No le puedo decir eso. Mejor, tú no hables. Además, acostarse con alguien que no sabes si es buena conversadora puede ser peligroso, luego no hay nada de qué hablar.

CORAZÓN: Y aunque se tenga de qué hablar, a mí nunca me escuchan.

CUERPO: Hola, precio… (Mente le tapa la boca para que no continúe)

MENTE: (Impostando la voz) Hola.

MUJER: Hola.

MENTE: Vi que estabas aquí paseando con tu perrita, yo tengo uno parecido, así que tal vez no te moleste si te acompaño.

CUERPO: Dile que me gustaría verla desnuda.

MUJER: Pues, bueno, si quieres, ¿cómo te llamas?

CORAZÓN: Dile que estoy muy solo, pregúntale si le gustaría ayudarme a soportar la crueldad del mundo.

MENTE: Cállense los dos. No hablen, yo me encargo, ustedes no participen. (A ella) Me llamo Antonio.

CUERPO: Dile que me gustan sus nalgas.

CORAZÓN: Dile que estoy a punto de llorar, que necesito un abrazo, pero uno al corazón, o sea, sentir que sí me es posible comunicarme.

MENTE: Ay, no, no voy a decir ni lo uno ni lo otro. Son pendejadas. (A ella) ¿Te gusta el café?

CUERPO: Mejor pregúntale si le gustan las mordiditas en la cerviz.

MENTE: Cállate, no voy a hacerte caso.

MUJER: Sí me gusta. ¿Estás bien?

CORAZÓN: No, estoy cansado de respirar días inútiles. Cansado de resistir absurdamente a que el tiempo me derribe. Cansado y sin que nadie me escuche.

MENTE: Yo estoy bien, no les hagas caso. (Se aproximan a un café)

MUJER: ¿A quiénes?

MENTE: A… a… a los periodistas, sin duda, no son confiables. (aparte) ¿Ya ven? Contrólense, que me confunden.

CUERPO: No le digas nada, pues, pero bésala; tiene unos labios muy antojables.

MUJER: Eres un poco raro.

CORAZÓN: No raro, sino amargo, umbrío. Sé que no puedes oírme, pero tal vez sí puedas leerme.

MENTE: Espérate, hay que ir paso por paso, primero vamos a ver si le gusta la literatura, después si tiene buen gusto; sé racional, carajo.

CUERPO: Primero la cama, después las letras.

MENTE: ¡No, con una chingada, cierren el hocico!

MUJER: (Espantada) ¿A quién le gritas?

MENTE: ¡A estos pendejos!

MUJER: (Más espantada) ¿Quiénes?

MENTE: (Comprendiendo su error) Mi cuerpo y mi corazón.

MUJER: Ah, oye, ya me tengo que ir. Adiós.

MENTE: Sí, no te preocupes, luego nos vemos.

CUERPO: Lo echaste a perder. Hubieras sido más directo.

CORAZÓN: Así sucede siempre, tarde o temprano, nadie me atiende. Ya no más intentos, por favor.

MENTE: ¡Descarados! Ustedes son los que arruinan todo. Les he dicho mil veces que me dejen a solas. Yo sí sé qué decir. Ustedes son unos pinches exigentes. No se conforman con una buena plática. Quieren una mujer muy sensual y muy sensible. Yo sólo quiero platicar con alguien. Estoy harto de sus quejas y necesidades. ¿Por qué no se van por su lado? No funcionamos los tres juntos. Mírense, otra vez aquí bebiendo café a solas.

CUERPO: Está rico.

CORAZÓN: Sabe a vida, una delicia cargada de amargura.

MENTE: Bueno, estamos de acuerdo en algo.

5 comentarios:

Lata dijo...

¿Estás bien? Quiero publicar más textos tuyos, venga, tío...
Un abrazo, toñito.

Antonio Rangel dijo...

¿Leíste lo de filosofar como hombres?
He estado escribiendo cosas más extensas y poesía... me faltan ideas para ser ensayista, supongo...
Sí, estoy bien...
¿Y tú?
Gracias por el comentario y el abrazo!

Anónimo dijo...

Transcibiste lo que todos pensamos, es riginal? Si aunque todos lo hacemos a diario, no deja de serlo, y tambien siento lo mismo por el cafe...

Anónimo dijo...

Hola Toño!
Ya hace algún tiempo que leí este neoteatralismo , me gusto mucho, como los otros, me parece muy atinada esa división que haces entre lo que aparenta ser unidad.
Esperando mas letras y que al fin publique, te envió un cordial saludo

JARIB

Antonio Rangel dijo...

Gracias, justamente estaba pensando en escribir algo pronto sobre la división del cuerpo, la mente y el corazón...