11 feb 2008

Por un Aguas Idol 2009

Jorge Esquinca, José Javier Villarreal y José Luis Rivas son los villanos de moda en los suplementos literarios de México. Su pecado ha sido declarar desierto el premio más importante de poesía en nuestro país. ¿Esto acaso significa que la poesía mexicana entró en crisis? No lo creo, es decir, en todo caso, ya estaba así desde hace varios años.
Se les ha recordado a los jurados que ellos recibieron ese mismo premio polémicamente, ya que su calidad no está plenamente probada y que está en entredicho la capacidad de sus respectivas obras para perdurar. Pero que yo sepa nadie les ha espetado con franqueza que son poetas mediocres.
Recuerdo en el 2004 a Shelley, con su gesto de amarga hondura, decirme: Voy a darle 250 mil pesos a un poemario que no me gusta. ¿Por qué no se declaró desierto en ese año? Yo qué sé. Tampoco sé quién ganó en ese año. Así que no es personal.
Pero para mejorar la poesía mexicana propongo que para el próximo año el Aguascalientes se modernice y se vuelva una especie de American Idol, un Aguas Idol, que se trasmita por Canal 22, en el cual veamos a cada poeta presentarse ante tres jurados, lo clásico: el bueno, el malo y el feo. Christopher Domínguez podría ser el malo, ya que si en algo coincide el medio literario mexicano es que Cristóforo es un mamón. El feo podría ser Huberto Batis, aunque no deben faltar candidatos para el puesto. La buena podría ser Rosa Beltrán, aún cuando no la he leído, me bastó ver su figura para saber que era una buena escritora.
Me imagino a cada poeta diciendo, instantes antes de leer sus textos, su poética y reseñando una anécdota personal acerca del esfuerzo que le costó presentarse al concurso. Sería muy conmovedor. Y así también veríamos uno por uno a los doscientos participantes salir apaleados por los jueces y mentándoles la madre.
Si yo fuera jurado y si me tocara ser el malo, el rol divertido en tales casos, y se presentara, digamos, José Luis Rivas a leerme “Con vuelo ligero…” por ejemplo, que dice:
Con vuelo ligero,
grácil,
va sorteando
espinas de rosal por el codillo
de una rama,

y como prendedor
se posa,
nuncio de mayo
una libélula morada.

Primero, no lucharía por aguantarme la risa, después torcería la boca para inquirirle: ¿así que te gustan las libélulas, eh? Lindo, ¿por qué no intentaste dar un saltitos de bailarina mientras recitabas? ¿O por qué no lanzaste claveles y jazmines? Deberías al menos cambiarle el título, llama a tu texto: Qué bonita es la primavera. Y lo despediría. Incluso en el papel de jurado bueno, me sería difícil decirle algo positivo.
Si después llegara Jorge Esquinca a leer su poema “Abril”, que dice:

Mientras nosotros escribimos
la vida pasa fuera con su lámpara

Mientras nosotros amamos
Todo lo escrito carece de importancia

Mientras bebemos y cantamos
el amor nos traspasa sin herirnos

Mientras estamos aquí
algo sucede

Tal vez abril

Primero, lo miraría directamente a los ojos, ¿te sientes Rey?, le preguntaría. ¿Eres de la nobleza y precisas del plural mayestático? Utilizar el ‘nosotros’ si no eres de sangre azul para referirte a ti mismo es propio de cobardes y de imbéciles. Y si te refieres a la humanidad entera o a todos tus amigos o a tu pareja con ese ‘nosotros’, también es pura imbecilidad. Y si lo escrito carece de importancia, ¿para qué escribes? ¿Para qué leerte? Y eso de que el amor traspasa sin herir, qué horror, ¿eres un poeta que canta al amor que no hiere, que es políticamente correcto? “Mientras estamos aquí / algo sucede” ¿No se te ocurrió nada mejor para debilitar más el final del pseudopoema? No conmueves, no impactas, empleas una formulita vieja. Muy mal, no pasas a la siguiente ronda.
Y si me tocara ser el bueno, tal vez diría que no está del todo mal, pero que es verdad eso de la primera persona, que es algo indispensable para confiar en la voz poética y que sí, en efecto, suena anticuado y no merece ir a Hollywood, digo, al Aguas Idol 2009.

2 comentarios:

Lata dijo...

Grosero, yo no he publicado nada si n tu autorizaciòn. Ash.

Anónimo dijo...

El poema de Abril está bien, según yo, pero la verdad es que no me sacude, aunque quizás tienes razón en lo del plural.

Los poetas de ahora, en general, no me emocionan,no me cimbran, no me hablan al alma. Quizás algún que otro verso afortunado en los poemas, pero no más. ¿Será que la poesía se ha degenerado como la vida misma en el planeta? ¿Será que en su búsqueda por innovar y destacar no se compromete el corazón del poeta? ¿Será que esta época gris del ser humano no es propicia para que surjan verdaderos poetas? ¿Será que esto sucede sólo en México y sólo aquí se declara desierto un premio de poesía? ¿Será que los verdaderos poetas están escondidos?

Recuerdo un verso de Huidobro:

"Es para llorar que buscamos palabras en el corazón"

y pienso...

Necesito poemas
que hinchen mi pecho
que empujen las lágrimas atoradas
necesito poemas como detonadores
de la tristeza acumulada
por los golpes del silencio.
Necesito poemas que de un alma
arriben con fuerza a mi alma
y me liberen.

Tu artículo está muy divertido. Lo haces bien, poeta.

unamás