No se está muriendo nuestro árbol
su color frío
verde como el asombro
verde como el instante
en el umbral del amarillo.
Nuestro árbol a vivir
ha empezado y ha echado
ha empezado y ha echado
sus dedos torcidos
a los días anteriores
a los días anteriores
al primer encuentro.
Sus manos ya han tocado
la puerta de tierra que un día
nos bloqueará el paso.
Nuestro árbol
no se teñirá de muerte
de esta vida no son sus raíces.
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