14 nov 2009

Los exiliados por orden de Calderón

¿Qué pueden hacer aquellos que recibieron una notificación un día de presentarse a laborar al siguiente en un centro de trabajo a cientos de kilómetros de su casa? Sería triste ponerse en el lugar de los trabajadores que debido al autoritario decreto de Calderón tuvieron que plantearse un problema de tal gravedad. Y también es lamentable que el periodismo mexicano no nos ha entregado un solo reportaje acerca de estas personas, ninguneándolos como si no existieran.

Sólo la gente que no respeta la dignidad humana cree que los trabajadores deben ser usados en beneficio de los empresarios. Usados como animales de carga o mercancías o cosas que pueden ser trasladables de un día para otro sin problemas.

Esa gente irrespetuosa de los valores del humanismo en México está representada políticamente por el PAN. Y no es la primera vez que trabajadores o burócratas reciben la orden de presentarse al siguiente día en otra ciudad a trabajar. Es una costumbre de la tecnocracia panista cuando buscan “tronar” a un empleado, lo mandan a otro estado de la república. Pero esta vez ha sido más atroz ya que no ha sido a un pequeño puñado, sino que han sido cientos o miles de trabajadores los que tuvieron que decidir en unas cuantas horas entre el desempleo o el exilio.

Porque es un exilio perder a la familia y es imposible trasladarse con toda la familia de buenas a primeras. Y también es un exilio perder el lugar de residencia de un plumazo.

Tampoco puede caber duda de que el exilio es uno de los peores castigos. ¿Y qué delito cometieron para ser desterrados? Sólo ser trabajadores al servicio del Estado, sólo estar atados a un salario escaso.

Es obvio, pero aunque sea obvio conviene repetirlo, que el Estado no es el gobierno federal, es decir, que esos trabajadores nos sirven, nos ayudan, nos hacen habitable este país, mientras que los gobernantes, esos criados creídos, demuestran su ineptitud, su nepotismo y despotismo sin que paguen las consecuencias por su mal desempeño. ¿Y qué gracia tienen para ello? Sólo sabemos que utilizan los privilegios propios de esa clase social que no trabaja.

Quien no crea que el despido de más de 40 mil trabajadores y el traslado forzado (exilio) de otros tantos miles no constituye un pisoteo a la dignidad humana, que comience ahora mismo a aplaudir.

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